Por: Mareelen Díaz Tenorio
La cooperación Sur-Sur constituye una necesidad para pueblos que en la región comparten tradiciones culturales, historias, contextos y problemáticas sociales con códigos comunes. En algunos aspectos somos diferentes y en otros muy similares. El enriquecimiento mutuo sobre modos de hacer y transformar la realidad ofrece múltiples beneficios. Si se piensa en islas del Caribe, como Cuba y República Dominicana, el compartir se torna muy relevante. Por este camino apostó la Plataforma Participación y Equidad, con apoyos de la Agencia Suiza para la Cooperación y el Desarrollo (COSUDE), al propiciar la realización de un “Taller para el intercambio de experiencias para la equidad social”, organizado por la Filial de la Fundación Nicolás Guillén en República Dominicana.
Tuvo lugar en la ciudad de Santo Domingo, del 14 al 23 de enero de 2018. Participaron representantes de instituciones que conforman la mencionada Plataforma: Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en Cuba, Centro Félix Varela, Centro de Intercambio e Iniciativa Comunitaria, Proyecto Afroatenas de la ciudad de Matanzas y el Centro Oscar Arnulfo Romero.
El objetivo planteado fue conocer experiencias diversas en el marco del intercambio Sur-Sur entre instituciones y organizaciones que trabajan con vulnerabilidades sociales. Se produjeron intercambios de experiencias y lecciones aprendidas a partir de visitas a diferentes instituciones dominicanas. Algunas de ellas son:
Centro de Atención a Sobrevivientes de Violencia, de la Procuraduría Fiscal del Distrito Nacional. Ofrece un servicio complementario de atención a mujeres que han realizado denuncias de violencia y abuso sexual en las Fiscalías Barriales o Comunitarias. Incluye la recuperación emocional de las víctimas a través de terapia individual y grupal (abierta, cerrada y de crecimiento personal), educación financiera para la independencia económica, desarrollo social y la integración al mundo laboral de la mujer para restablecer la vida familiar y continuar su proyecto de vida. Su directora, la Dra. Solange Alvarado Espaillat, implementa desde hace diez años un modelo de intervención integral que contiene programas y servicios de atención especializada. Articulan el trabajo con un Centro Conductual para Hombres, obligatorio —dependiendo del caso—, donde se da atención a hombres que han ejercido violencia. Atienden alrededor de 58 mujeres por mes, ninguna de las asesoradas ha sido asesinada.
Centro de Estudios de Género, que pertenece al Área de Ciencias Sociales y Humanidades del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC). Desde su creación en 1987 estudia las desigualdades de género desde la academia, define perspectivas analíticas y contribuye a la elaboración de políticas superadoras de las desigualdades. Desarrolla investigaciones; despliega espacios de formación; asesora a instancias públicas y privadas, nacionales e internacionales; y mantiene la cercanía con el movimiento feminista y el movimiento social.
Programa Progresando con Solidaridad (PROSOLI), de la Oficina de la Vicepresidencia de la República Dominicana. Contiene diferentes programas como Género e Inclusión Financiera, Agricultura Familiar Sostenible, Familias en Paz (para prevenir violencia de género, familiar y delitos sexuales), Mujeres Emprendedoras y Grupos de Hombres Solidarios.
Ministerio de la Mujer. Para su perfil de trabajo articula con variadas instituciones y organizaciones. Cuenta con programas de formación, tres Casas de Acogida para mujeres víctimas, una Línea Ayuda 24 horas para recepción de denuncias y un sistema de protección en coordinación con la policía. Desarrollan campañas con mensajes como “El poder de tu voz”, “Esto tiene que cambiar” y “Detener la violencia también es cosa de hombres”.
Instituto de Estudios de Género y Familia de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Trabaja estableciendo vínculos con el Ministerio de la Mujer. Estimula las investigaciones sobre género y logró establecer la formación en género como requisito obligatorio para egresados. Forma actores profesionales diversos: prestación de servicios de salud, comunicación social, participación política, etc. Las investigaciones abordan temas como: derecho al aborto y despenalización por tres causales, costos de la violencia de género sobre las mujeres, imaginarios sociales sostenedores de violencia, procedimiento judicial y defensa de mujeres víctimas, familias de mujeres víctimas de feminicidios (en los primeros 15 días de enero de este año se habían producido 6), acoso universitario, afrofeminismo y recientemente masculinidades.
Colectiva Mujer y Salud. Organización feminista y antirracista, de treinta y cuatro años de creada, que defiende los derechos humanos de las mujeres, promueve cambios ideológicos, sociales y culturales para erradicar su subordinación. Luchan por el derecho de las mujeres al aborto y contra la violencia hacia mujeres lesbianas y transexuales.
Movimiento de Mujeres Dominico-haitianas (MUDHA). Organización no gubernamental dedicada a la defensa de los derechos de mujeres dominicanas de ascendencia haitiana, fundada en 1983. Lucha por mejorar las condiciones de vida de esta comunidad, sobre todo de mujeres y niños/as, impulsando la capacidad de autogestión.
Reconoci.do. Red Cívica Nacional Independiente formada por dominicanos/as de ascendencia haitiana. Promueve la integración real, plena y efectiva de las personas con quienes trabaja en la sociedad dominicana.
El cierre del encuentro se realizó con una visita ineludible a la Casa Museo de las Hermanas Mirabal, mujeres asesinadas por la dictadura de L. Trujillo el 25 de noviembre de 1960, en honor a las cuales Naciones Unidas estableció ese como el Día Internacional de la No Violencia hacia la Mujer.
Los intercambios permitieron múltiples aprendizajes y visualizar diferentes dimensiones de la equidad social como: género, color de la piel, territorio, edad y situación económica de grupos sociales específicos; así como las acciones implementadas por instituciones estatales y no estatales en lucha por la disminución de desigualdades sociales y por el ejercicio pleno de los derechos humanos