La nueva formulación sobre el matrimonio contenida en el Proyecto de Constitución que hoy estudian nuestros diputados, ha generado opiniones diversas, sobre todo en redes sociales. Cubahora comparte algunas de ellas, así como los cambios en debate…
Sarah Paz Martín
En el Proyecto de Constitución, el contenido del derecho de equidad adquiere mayor desarrollo al incorporar a los ya existentes (color de la piel, sexo, raza, etc.) la no discriminación por género, identidad de género, orientación sexual, origen étnico y discapacidad. (Alfredo Martirena Hernández / Cubahora)
Reforma Constitucional: El 22 de julio de 2018 el Parlamento acordó someter a consulta popular el proyecto desde el 13 de agosto hasta el 15 de noviembre. El 22 de diciembre de 2018 la Asamblea Nacional aprobó la nueva Carta Magna enriquecida con las propuestas del pueblo cubano: aproximadamente 760 cambios, entre adiciones y eliminaciones de artículos, frases, palabras y otros, con respecto al Proyecto que fuera sometido a consulta popular. En esa jornada se convocó al referendo para el día 24 de febrero de 2019.
Como se informó a los diputados y las diputadas este martes, el artículo que más propuestas recibió durante el proceso de consulta popular del Proyecto de Constitución fue el no. 68: 192 mil 408 opiniones, el 24.57 % del total de la consulta, y fue mencionado en 88 mil 66 reuniones (66%).
Según trascendió en la sesión plenaria previa al II Periodo Ordinario de la IX Legislatura, la mayoría de las personas propuso sustituir la unión concertada entre dos personas y volver a declarar que sea entre un hombre y una mujer, como está en la Constitución vigente.
Las variaciones entre el artículo 68 del Proyecto que se discutió durante la consulta popular y el, ahora, artículo 82, que debatirán nuestros diputados en la Asamblea Nacional este viernes, han generado numerosas reacciones en redes sociales.
Cubahora te propone conocer estos cambios y comparte algunas opiniones.
Mariela Castro, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX)
«Activistas y amigxs!!! En los últimos minutos han circulado informaciones acerca de la nueva formulación sobre el matrimonio contenida en el proyecto de Constitución que se acaba de presentar en la Asamblea Nacional del Poder Popular. Desafortunadamente el mensaje tuiteado por nuestro órgano legislativo mutiló la nueva propuesta y con un enfoque no apropiado lanzó al ruedo lo que muchas personas están interpretando como un retroceso. Con toda la responsabilidad debo aclararlo: la nueva fórmula sostiene la esencia del artículo anteriormente propuesto (68), pues borra el binarismo de género y heteronormatividad con el que estaba definido el matrimonio en la Constitución de 1976. La variación en la nueva propuesta estriba en las sustitución de “personas” por “cónyuges”, cuestión que mantiene la posibilidad de que todas las personas podamos acceder a la institución matrimonial. Además coloca como elemento novedoso las uniones de hecho, sin atarlas a género alguno; esta figura, a la larga y según las estadísticas, es la más usada en nuestra sociedad. No hay retroceso, la esencia del artículo 68 se mantiene, la lucha continúa, ahora démosle el SÍ a la Constitución y luego cerremos filas para lograr un Código de Familia tan avanzado como el nuevo texto constitucional. Cuba es nuestra, Cuba es de todos y todas. No hemos cedido ni cederemos a los chantajes fundamentalistas y retrógrados que se oponen políticamente al proyecto emancipador de la Revolucion Cubana».
Francisco Rodríguez Cruz, periodista y activista LGBTI
«Después de mi primera reacción personal de sorpresa, algo de desconcierto y hasta cierta contrariedad, vale la pena intentar un distanciamiento desapasionado para analizar la solución que acaba de trascender sobre la definición del matrimonio en el proyecto de Constitución que en los próximos días deberá analizar y aprobar el Parlamento.
»Lo primero que me vino a la mente es que la nueva propuesta sería más bien “un paso al lado”. Ni tan hacia atrás como dirán las personas más críticas, ni tan adelante cómo ya lo acariciábamos desde el activismo por los derechos de las personas lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales (LGBTI).
»La próxima Constitución definitivamente no dirá de modo taxativo y discriminatorio que el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer como la vigente carta magna, y esto ya de por sí es un enorme paso de avance. Un triunfo que nadie nos puede escamotear ni disminuir, con una gran significación simbólica y práctica. Una puerta abierta hacia ese futuro matrimonio igualitario que queremos conseguir.
»Pero tampoco nuestra Ley de leyes definirá al matrimonio como la unión entre dos personas, como recogía la versión que discutimos en la consulta popular y que resultaba un concepto muy revolucionario. En relación con esa primera intención, retrocedimos. No logramos el consenso para mantener ese planteo.
»En palabras del secretario del Consejo de Estado ante diputadas y diputados, la decisión fue diferir el concepto de matrimonio de la Constitución. O sea, la Constitución no va a definir qué sujetos integran el matrimonio, y la ley definirá posteriormente cómo se constituirá el matrimonio.
»Tratemos de evaluar con imparcialidad los hechos. El artículo 68 del proyecto constitucional que discutimos fue el que más polémica generó de todo el texto, con 192 mil 408 planteamientos, el 24.57% del total, y el único que alcanzo una cantidad de seis dígitos. El matrimonio fue objeto de debate en 88 mil 066 asambleas, el 66% de las que acontecieron.
»Es cierto que no todas las opiniones fueron en contra, ni tampoco hubo manera de registrar quiénes estaban a favor. Pero más allá de eso, la consulta fue un éxito, al permitir por primera vez abordar en una discusión nacional los derechos de las personas LGBTI, exorcizar los viejos demonios de la homofobia e identificar los prejuicios que aún subsisten con mucha fuerza.
»Las personas LGBTI, sin embargo, también necesitamos que la nueva Constitución reciba el respaldo de la inmensa mayoría de nuestro pueblo. Seríamos demasiado egoístas quizás si pretendiéramos anteponer nuestros derechos a otros muchos aspectos positivos de este proyecto.
»Si resulta posible desplazar el diferendo hacia la discusión de la ley, y garantizar mayor unidad en el voto del referendo constitucional, con una salida que nos permite avanzar, pues yo estoy de acuerdo.
»El único y mayor riesgo en tal sentido sería que si por tratar de quedar bien con todo el mundo, ninguna de las dos posturas básicas, a favor o en contra del matrimonio igualitario, sintiera sus reclamos satisfechos, pues también podría haber un perjuicio en el momento de acudir a las urnas. Esperemos que no sea así.
»Porque en tal sentido, mucho podemos hacer a partir del actual artículo 82 que consagra al matrimonio como una institución social y jurídica, y una de las formas de organización de la familia, no la única, que además utiliza el término neutro de cónyuges, donde también cabemos todas las personas.
»Pero hay más. El nuevo concepto de matrimonio está ahora en un capítulo totalmente nuevo que aborda a las familias en plural, que reconoce sus más diversas formas, incluyendo las nuestras.
»También incorpora en otro de sus artículos el derecho de las personas a fundar una familia, en sus diferentes tipos, y mediante otras formas que no necesariamente son el matrimonio, cuando precisa que las familias se constituyen por vínculos jurídicos o de hecho. O sea, habría un reconocimiento también a las uniones consensuales en esta nueva Constitución, y eso deberá incluir tanto a las parejas heterosexuales como a las homosexuales.
»Pero incluso lo que más preocupación nos podría generar, la disposición transitoria que dispondrá, en el plazo de dos años de vigencia de la Constitución, iniciar el proceso de consulta popular y referendo del proyecto del Código de familia, en el que debe figurar la forma de constituir el matrimonio, hay que verla también como una oportunidad para el activismo en un plazo inmediato.
»Será esa concepción, estudio y discusión de la ley otro proceso que nos permitirá mantener el tema de los derechos de las personas LGBTI en el centro del debate ciudadano, y continuar en la conquista de espacios de comunicación social que nos permitan afianzar el respeto a la diversidad sexual como un valor definitivo de nuestra sociedad socialista.
»No va a ser fácil, por supuesto. Las mismas fuerzas retrógradas que nos atacaron en esta ocasión lo harán otra vez, quizás incluso con más fuerza y organización. Pero el activismo también aprendió la lección —y esperamos que también el Partido y el Estado—, por lo que tendremos ocasión de impulsar todavía más los liderazgos políticos en este terreno.
»Por último y no menos importante. ¿Recuerdan el artículo 40 del proyecto? Pues ahora será el 42 y mantiene dentro del principio de igualdad la obligación de no discriminar por orientación sexual e identidad de género, entre otros motivos.
»De modo que el Código de Familia resultante de esa otra consulta popular y su respectivo referendo no podría, bajo ningún concepto, violar ese precepto. De lo contrario, y ojalá no haya que llegar a eso, podríamos invocar y exigir el cumplimiento de nuestros derechos constitucionales.
»Así que no hay marcha atrás posible, y sí mucho trabajo por delante».
Gabriel Coderch, director del Centro Oscar Arnulfo Romero
«Me parece valida la aclaración que hace la compañera Mariela Castro y de ser así es una fórmula positiva.
»Reconozco que para muchos lo que ha sucedido es doloroso porque ya las fuerzas retrógradas dan vivas y hacen fiestas por lo alcanzado y eso a mi juicio es preocupante porque de ser así sería una derrota social y legal».
Alberto Roque Guerra, activista LGBTI
«Apoyo la nueva propuesta constitucional en relación al matrimonio. En primer lugar se expande la protección legal a las uniones consensuales y abre la posibilidad de reconocer otras formas de unión sin especificar género ni número de integrantes. Desde mi defensa del poliamor y la necesidad de despojar al matrimonio de carácter sacro, clasista y patriarcal, me parece una buena movida. La letra y espíritu de la versión actual no contradice al antiguo artículo 68 sino que lo trasciende positivamente en alcance.
»Segundo, la eliminación del artículo 68 no le concede un triunfo a priori a las Iglesias y a los sectores estalino-machistas. Lo explicado en el punto anterior establece un límite al estrecho concepto de familia basado en Ley Moral Natural que defienden las Iglesias, muy a tono con los conceptos burgueses sobre la familia (en singular) que enarbolan algunos neoconservadores de «izquierda». El uso de familias en plural es muestra de que el liderazgo más alto del Estado/Partido reconoce muchas configuraciones de dicho núcleo social.
»Tercero, nunca consideré que los esfuerzos debían centrarse en consignar el matrimonio igualitario en la Constitución sino en la formulación de las leyes específicas que lo ampare. La Constitución es una Ley de mínimos que a su vez debe ser lo mas incluyentemente posible de los reclamos individuales. La batalla habrá que darla en el futuro y nunca será fácil desde una posición cultural y política en minoría.
»Cuarto, el aplazamiento, o desplazamiento que se propone para que en un periodo de dos años se dicten leyes específicas en relación al matrimonio tiene fines estratégicos y representa, al mismo tiempo, una coyuntura que implica riesgos y oportunidades altísimos. Tanta alaraca de muchas personas con sexualidades no heteronormativas porque leyeron los titulares de los medios sin ni siquiera reparar en el contenido del texto del nuevo artículo es una enseñanza sobre nuestras carencias y al mismo tiempo comienza dibujarse una zona de nuestra sociedad que no se calla y demanda acciones políticas concretas. Reservemos nuestras energías para el momento de la verdad: el referendo del Código de Familia.
»En dicha Ley de leyes más específicas habrá mucho que debatir y proponer, sobre todo después de más de 20 años en que el olvido voluntario del anteproyecto de Ley ha permitido agregar nuevas propuestas. Matrimonio igualitario, derecho a la adopción, maternidad, paternidad, derechos patrimoniales, derechos de las personas trans, maternidad surrogada, patria potestad y guarda y cuidado, voluntad anticipada, infantes como sujetos de derecho, violencia doméstica, economía familiar, pago del trabajo doméstico y muchos otros temas son demandas que deberán ser discutidas. Se requiere, por lo tanto, de mucho estudio, paciencia y articulaciones políticas. Defendamos nuestros derechos pensando en los derechos de los demás ¡Qué se mantenga la energía, pero con contenido y conocimiento sobre los alcances de nuestras acciones!».
Iroel Sánchez, periodista cubano
«Con entusiasmo, pero faltando a la verdad, la maquinaria mediática echó campanas al vuelo: “Cuba cierra la puerta al matrimonio gay”. Tomaban la historia por donde más le convenía pero no completa. Si bien es cierto que un tuit de la Asamblea Nacional cubana, recogiendo la intervención del Secretario del Consejo de Estado, Homero Acosta, en nombre de la Comisión redactora al presentar los 760 cambios fruto de la consulta popular en que participaron casi 9 millones de personas, decía: “La Comisión propone diferir el concepto del matrimonio, es decir, que salga del Proyecto de la Constitución, como forma de respetar todas las opiniones. El matrimonio es una institución social y jurídica. La ley definirá el resto de elementos” añadiendo que “En el Código de Familia deberá establecerse quiénes pueden ser sujetos del matrimonio, se realizará en Consulta Popular y Referéndum, en un plazo de dos años a partir de una propuesta de disposición transitoria recogida en el propio proyecto”, las versiones entusiastas omiten otro tuit que a mi juicio explicita que el nuevo proyecto de Constitución supera la definición conservadora de matrimonio y abre las puertas para que todas las personas sin discriminación alguna puedan construir una familia, independientemente de su orientación sexual: “Se incorpora un Capítulo solo para la familia, donde se reconocen los vínculos jurídicos y de hecho, y el derecho de cada ciudadano de fundar una familia, sin distinción de su naturaleza”; lo cual coloca a la Constitución cubana en la vanguardia mundial, más cuando ningun país define el matrimonio en su carta magna.
»Ahora queda por ver si la maquinaria mediática rectifica, deja a un lado su entusiasmo y dice la verdad».
Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores
«Estoy seguro de que la Asamblea Nacional tomará más sabia y democrática decisión. Seguirá el diálogo. No será materia constitucional sino de una ley. Habrá entonces consulta popular universal y democrática. Constitución merece apoyo de todos».
Carla Antonelli, diputada socialista por Madrid y activista LGTBI
«En las últimas horas ha aparecido una noticia que obedece + a las ganas de que no suceda que a la realidad; xke la variación de nueva propuesta consiste en sustitución de “personas” x “cónyuges” lo cual sigue manteniendo reconocimiento Matrimonio Igualitario en Cuba #LaLuchaContinua #SiQuiero #SI»
Lirians Gordillo, periodista e investigadora sobre género
«Según comunicación oficial de la ANNP el art 68 desaparece y los contenidos del matrimonio se “difieren” para respetar “todas las opiniones” pero que nos quede claro que esas “opiniones” son prejuicios que discriminan, contravienen el propio artículo 40 porque desconocen un derecho humano.
»Comparto la opinión de que la propuesta actual es un paso al lado…no reproduce el binarismo…amplía el reconocimiento legal a las uniones consensuales…elimina la reproducción como fin del matrimonio. PERO, tal y como se han desarrollado los eventos, y como dice mi compañero Eduardo Sosa, los prejuicios homofóbicos y el fundamentalismo religioso “echaron un pulso y ganaron”. ¿Qué vetarán después?
»El fundamentalismo religioso se adjudica públicamente esta “victoria” y reconoce su “pensamiento” cómo representante del pueblo de Cuba. No sé si tengamos claro las dimensiones políticas de la situación actual. El fundamentalismo religioso arremete contra el matrimonio igualitario, pero viene también contra las mujeres (camuflajeado en los ataques a la ideología de género y la educación sexual), viene contra la razón y las “leyes de los hombres” que contradigan su versión del “diseño original”, viene contra el desarrollo humano pleno y dice mi papá…que todo eso es ir contra el socialismo. ¿?????
»Hay quien piensa que otras cuestiones son más importantes, que la homofobia y el machismo no tienen nada que ver con economía, política, JUSTICIA social y menos con el socialismo; gente que no alcanza a comprender que la REVOLUCIÓN/EL SOCIALISMO será FEMINISTA≡ANTIHETEROPATRIARCAL≡ANTIRACISTA o NO SERÁ.
»Mi madre me recuerda una frase de Frei Betto que siempre me sobrecoge: “junto al pueblo aunque se equivoque”. Y ESPERO QUE EN CADENA NACIONAL ALQUIEN SE LO DIGA: “PUEBLO DE CUBA…”!!!!»
Julio César González Pagés, profesor e investigador sobre género
«Triunfó el fundamentalismo de los evangelista ya hay templos en la Habana festejando su influencia al derogar la propuesta del artículo 68, sus cárteles contra las familias diversas y marchas públicas contra la comunidad LGTBI ya anunciaban su «logro».
»Siento pena que despues de participar por más de 30 años de talleres contra la homofobía, la violencia de género y la inclusión nuestro país siga siendo profundamente discriminador y la mayoria según nos confirma el sitio digital Cubadebate y las opiniones que apárecen en su foro apoyen en Artículos y temas más comentados como el número 1 donde «se propuso sustituir la unión concertada entre dos personas y volver a que sea entre un hombre y una mujer como está en la actual Constitución».
Marilyn Solaya, cineasta y activista por los derechos de la mujer y contra la violencia
«Qué pena me da ver a tantas personas enajenadas y más interesadas en lo que pasa en Marte que en nuestra realidad… Si tú (que me estás leyendo) eres una persona feliz y realizada, ¿qué te importa? ¿en qué te afecta que las personas con otra orientación sexual quieran contraer matrimonio? Creo que es un derecho y un asunto privado que solo le concierne a las personas implicadas.
»Crear este precedente es muy peligroso…. En dos años pueden pasar muchas cosas… Al parecer, algunas iglesias tienen tanto poder aquí ahora (quién lo diría) y nuestra sociedad es cada vez más machista y homofóbica… Pueden empezar a pedir que se elimine el derecho al aborto, nos quedemos en casa y traten de anular otros derechos que hoy disfrutamos las mujeres cubanas, algunos, desde hace más de 100 años… Parece mentira que esto esté pasando y que tan poco haya evolucionado este país después de tantas campañas educativas y de todo…
»Debemos estar muy atentos y mirarnos en el espejo de Brasil y otros estados que ahora mismo están en un callejón sin salida…
»Cuando sea aprobada la nueva Constitución (con artículo 82) y pasen dos años y el Parlamento convoque a referéndum para aprobar o no un nuevo Código de Familia (con matrimonio igualitario incluido)… supongamos que gana el NO. Que las iglesias y otros sectores homófobos y conservadores de la sociedad cubana triunfan en el plebiscito. Entonces el Código de Familia resultante no reconocería el matrimonio entre las personas del mismo sexo/género y sería anticonstitucional, por contradecir el derecho a la igualdad reconocido en la Constitución. Dentro de dos años vamos a tener (quizás) matrimonio igualitario o un Código de familia ilegal, contrario a la Ley de leyes de Cuba. ¿Qué van a alegar entonces los diputados de la Asamblea Nacional? ¿Van a redactar una nueva Constitución que contradiga el derecho a la igualdad, para ajustar la Carga Magna a la atmósfera homofóbica del país? #LosDerechosHumanosNoSePlebiscitan
»Ahora mismo muchas iglesias celebran la exclusión del artículo 68… Y van a ir por más…».
Tomado de: www.cubahora.cu/especiales/reforma-constitucional-cuba/noticias/reformaconstitucional-que-paso-con-el-articulo-68