OAR: 35 años recorriendo caminos

A los orígenes y evolución del Centro Oscar Arnulfo Romero (OAR) se refirió su director, Gabriel Coderch Díaz, en el Coloquio por el aniversario 35 de esta organización de inspiración cristiana, que procura realizar su vocación común de solidaridad y contribuir a la formación integral de ciudadanas y ciudadanos, mediante la promoción de espacios de reflexión, investigación, capacitación y acompañamiento de múltiples actores sociales en función de una sociedad sostenible.

Declaración de OAR ante recientes medidas de Estados Unidos

A honrar la memoria de San Romero de América, desde la inspiración y espiritualidad que nos mueve, se dedicó la presentación de la teóloga Daylin Rufin Pardo, especialista del Área Fe, Articulación Ecuménica y Sociedad de OAR, quien expresó que trazar la ruta espiritual desde tiempos de Romero hasta ahora debe de hacerse necesariamente desde las problemáticas del dolor de tantas causas injustas, violencias y desigualdades.

“Desde el Centro Oscar Arnulfo Romero, antes grupo de Reflexión y Solidaridad, todo lo que ha hecho, hoy hace y ha de hacerse en Cuba y desde Cuba, tiene que ver esencialmente con el nuestro y el legado del propio San Romero de América”, apuntó.

Ser Grupo Romero, dijo Rufin Pardo, tiene el imperativo de la no violencia y el mismo no tiene que ver solo con el canto que se hace, que se levanta de nuestras voces como centro para prevenirla y erradicarla en sus diversas formas, sino también con el desafío humano de no generarla hacia lo interno de nuestras vidas.

La biblista precisó que los materiales y talleres que propicia el área de equidad del acompañamiento de asesorías a mujeres maltratadas y familias en situaciones de violencia dan legítima fuerza del trabajo que hoy marca nuestro centro. “Parte de nuestra caminata por OAR tiene que ver con capacitar y propiciar espacios de aprendizajes y acompañar así procesos de transformación vital de nuestra Isla, junto a hermanas y hermanos también del continente, logrando una articulación ecuménica de fe y sociedad”.

El trabajo del área, concluyó la pastora, ha sido dirigido al mismo camino que Romero trazó, uno donde la sociedad y sus problemáticas se abordan indisolublemente desde la mirada de una fe diversa y plural, pero comprometida con el horizonte común de la esperanza de un mundo mejor posible.

La cita fue propicia también para recordar al sacerdote comandante cubano Guillermo Sardiñas Menéndez, hombre de fe y compromiso revolucionario. Con más de 30 años de trabajo en OAR y estudioso en temas de religión, nuestro especialista Rafael Barrera Yanes, se refirió brevemente a la vida de Sardiñas, quien fue Comandante del Ejército Rebelde e incondicional a la Revolución cubana.

Amante de la paz y la coexistencia pacífica, Sardiñas –acotó- siempre estuvo a favor de la liberación de los pueblos en la búsqueda de su independencia y soberanía, así como destacó por ser un gran admirador de los logros sociales. Fue, además, un defensor de las causas justas y un seguidor de la obra de Romero.

Prácticas y desafíos cardinales de OAR a sus 35 años

El teólogo Luis Carlos Marrero Chasbar, se refirió a los objetivos del Área Fe, Articulación Ecuménica y Sociedad, que promueve programas y acciones dirigidas a la reflexión en torno al fenómeno religioso desde diferentes perspectivas bíblico-teológicas, socio-religiosas y culturales.

El también vicedirector de OAR expuso que se trabaja para propiciar la articulación con espacios, comunidades, instituciones religiosas y no religiosas a nivel nacional como internacional; y proponemos una espiritualidad que da testimonio, unidad y participación, reafirmando el compromiso con el reino de Dios haciéndolo realidad en el servicio de nuestro pueblo desde una apuesta profética por la paz, la justicia y la equidad social.

Sobre el desempeño del Área Equidad social, género y desarrollo, la especialista Laritza González Achón, resaltó el trabajo realizado en la formación y capacitación de actores sociales con un mismo objetivo: contribuir al desarrollo económico y social en Cuba promoviendo construcciones, relaciones y prácticas –con una mirada desde la interseccionalidad- para atender las desigualdades de género (violencia contra las mujeres) y contribuir a su prevención.

Sobre los retos, indicó, debemos seguir trabajando para articular cada vez más actores para la prevención y atención a la violencia contra las mujeres; continuar perfeccionando la Estrategia de Campaña; ampliar el alcance institucional -específicamente hacia zonas rurales-; visibilizar los vínculos entre equidad de género y equidad social en las experiencias locales de transformación social favoreciendo las acciones afirmativas; y contribuir a cambios en las políticas locales para la promoción de equidad.

Desde la Comunicación, la especialista Tamara Roselló Reina, compartió algunos de los desafíos en este ámbito, y el principal –acuñó- es justamente continuar el camino hacia el fortalecimiento de las capacidades colectivas para responder cada vez más a una demanda institucional que ha crecido gracias al reconocimiento que ha ganado el centro durante estos 35 años, desde una mirada crítica a temas de violencia hacia las mujeres y las niñas.

Nuestra comunicación, subrayó la periodista, tiene vasos comunicantes entre las distintas áreas del centro, las articulaciones, las redes, las instituciones con que nos juntamos para hacer. “La comunicación es vital para lograr que ese fluido de información, de sentidos y de compromiso, no se apaguen y para que sean más las personas que toquen nuestra puerta en busca de alianzas”.

El contexto actual cubano, donde la informatización promueve un creciente acceso al internet, también representa un reto para OAR, que demanda de nuevas capacidades y habilidades en este sentido. Además, la comunicación ha permitido también dar a conocer las investigaciones que sobre el tema de la violencia de género se realizan en el centro y en instituciones aliadas. Constituye, sin dudas, un espacio de aprendizaje e innovación permanente. Y por eso, también, es que hacemos campañas y muestra de ellos son Eres Más y Evoluciona, que han tenido como líneas fundamentales la comunicación.

 

OAR y el tejido de redes para la transformación social

Si algo ha caracterizado al Centro Oscar Arnulfo Romero durante estas más de tres décadas, ha sido el trabajo con las redes. Desde la Plataforma de Hombres cubanos por la no violencia de género, uno de sus integrantes, Sergio Morlán, expuso algunos de los principales resultados.

Creo que uno de los aspectos esenciales de esta plataforma es lograr estar presente en varios territorios del país, y significó la labor que se realiza en Jobabo, Las Tunas, y Santiago de Cuba, donde cada integrante tiene su proyección social y fuerte activismo.

A pesar de los enormes desafíos, la Plataforma de Hombres ha logrado participar en las principales acciones y escenarios donde se realizan actividades afines a las temáticas de la violencia e, incluso, ha llevado su experiencia a eventos regionales y talleres fuera de las fronteras. Todo gracias al acompañamiento y respaldo del centro.

  Por su parte, Yoamaris Neptuno Domínguez, coordinadora de la Articulación Juvenil por la Equidad y la No violencia de género, se refirió a los resultados obtenidos en los tres años de creada esta gran familia, que cuenta con la participación de profesionales, activistas, proyectos, redes, instituciones y organizaciones que trabajan con y para jóvenes y que reconoce su activismo y accionar en Cuba.

Agradeció al centro el acompañamiento desde 2016 a la Articulación Juvenil, que ha contribuido también –indicó- a fomentar alianzas, socializar buenas prácticas, lecciones aprendidas y fortalecer las propuestas de sus integrantes, en el marco de la Campaña cubana por la No violencia hacia las mujeres.

Hoy, expresó Neptuno Domínguez, la Articulación se encuentra en ocho provincias del país, con proyección de incorporar a tres nuevos territorios; siendo reconocida a su vez por más de veinte experiencias de todo el país y que coinciden en la necesidad de hacer sinergia, desde la articulación de saberes, experiencias, espacios de trabajo y proyecciones futuras.

Con la facilitación de OAR y el compromiso y experiencia de estas iniciativas, que van desde un accionar comunitario, educativo, sociocultural, ecuménico, religioso, investigativo, entre otros, se apuesta a facilitar un espacio, que convoque a jóvenes interesados/as en la posibilidad de transformar sus realidades, teniendo en cuenta la equidad social, de género y los derechos ciudadanos.

Maritza López, coordinadora de la Red Barrial Afrodescendiente, agradeció a OAR por el siempre acompañamiento y la articulación con varios proyectos comunitarios. Desde su creación en 2012, dijo, esta red se ha enfocado en trabajar contra el racismo y la discriminación racial, y si bien hemos tenido grandes escollos en el transcurso de los años, también hemos tenido resultados de los que hoy nos enorgullecemos.

El reto es continuar ese despliegue de acciones, de formación, capacitación a muchas más personas, no solo en las comunidades de la capital, sino también en el resto del territorio nacional.

Otra de las experiencias fue la de Articulación Interreligiosa “Manos con Amor”. Uno de sus integrantes, el espiritista Tomás Pérez Silva, significó la importancia de la labor que desarrolla esta iniciativa, tan necesaria en estos tiempos en que el diálogo interreligioso debe ser practicado desde diferentes comunidades de fe, siempre prevaleciendo el respeto a la pluralidad de creencias.

“Nunca pensé encontrar la diversidad religiosa tan rica que tenemos en nuestro país. Este grupo me ha permitido desarrollar muchas habilidades para establecer un diálogo interreligioso. Es uno de los mayores aportes de este grupo, por eso agradezco al centro”, significó.

Andar en compañía. Articulaciones, vínculos y alianzas

El trabajo en las comunidades ha primado en OAR desde sus orígenes, de ahí la apuesta a las acciones que desarrollan los Talleres de Transformación Integral del Barrio (TTIB) en la prevención y atención a la violencia de género en comunidades habaneras.

Tania Sardá Noriega, coordinadora principal del TTIB Los Ángeles, de Marianao, y Amparo Toyo Vila, del TTIB El Pilar-Atarés, del Cerro, así lo avalan, y ambas agradecen la confianza y el acompañamiento de OAR en la formación y capacitación.

Proceso, coinciden, que les ha permitido continuar el trabajo como multiplicadoras y hoy ya cuentan con 17 iniciativas de empoderamiento económico y social a mujeres de diferentes municipios de La Habana, entre las cuales sobresalen, la consejería comunitaria a mujeres víctimas de violencia y los espacios de capacitación en temas de género y violencia de género.

Beatriz Torres Rodríguez, presidenta de la Sociedad Cubana para el Estudio Multidisciplinario de la Sexualidad, SOCUMES, destacó la fuerte alianza que existe con OAR desde el año 2015, que ha permitido un intercambio enriquecedor de saberes, experiencias y afectos, lo que se concreta en  las diferentes acciones desarrolladas en conjunto como coloquios, encuentro de investigadores, la sección de trabajo comunitario que coordina  OAR dentro de la  SOCUMES.

Considero que los aportes de OAR al proyecto social cubano durante estos 35 años han visibilizado, en primer lugar, los temas sobre equidad, justicia social y en especial la violencia de género, ejercida fundamentalmente hacia las mujeres y las niñas, lo cual ha logrado a través de sus campañas y en las otras acciones de colaboración con otros centros e instituciones, donde la SOCUMES se incluye. También ha aportado acciones concretas en comunidades y grupos vulnerables a favor de la justicia  y equidad social con un enfoque en derechos.  Esperamos entonces, continuar el fortalecimiento de los nexos en aras de seguir trabajando en estas problemáticas.

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