Detrás del Cuidado: todos los caminos conducen a las cubanas

Por: Yohanka Valdés

“Los insuficientes servicios de cuidados”, junto al embarazo en la adolescencia y la persistencia de los estereotipos tradicionales e imaginarios que refuerzan los roles de género, figuran entre los principales obstáculos identificados por las autoridades cubanas para la igualdad de género[1].

Como en otros países, son mayormente mujeres quienes asumen las tareas del cuidado y lo hacen en general sin una remuneración por ello.

Mujeres en la primera línea de respuesta, representan el 68% de las personas empleadas en salud pública y asistencia social y 66% en el sector de la educación[2].

 Los apoyos estatales para los cuidados se han resentido por la crisis económica persistente desde 1991 y quedaron desactualizadas con respecto a las necesidades del país, con la población más envejecida de América Latina, luego de Uruguay. Las capacidades de guarderías o círculos infantiles son limitadas, así como las instalaciones que ofrecen servicios a personas con discapacidades diversas. Todo ello agravado en zonas rurales.

Los cuidados que suelen realizar las mujeres impactan en los índices de participación económica y social de la franja femenina, así como en su calidad de vida[3].

 “En Cuba no existe una política de cuidado propiamente”, si bien varios centros académicos e investigativos iniciaron acciones conjuntas para sentar las bases por una política pública y hasta un Sistema Nacional de Cuidados.

37,4 por ciento de las personas de 50 años y más que alguna vez trabajaron dejaron de hacerlo por alguna razón diferente a la jubilación. De ese grupo, 25,2 por ciento de las mujeres y 5,5 por ciento de los hombres cesaron en sus empleos para brindar cuidados a otras personas, según estudio realizado en las 15 provincias del país y el municipio especial Isla de la Juventud[4].

“Poco más del 57 por ciento de la población de 50 años y más, prefiere en el caso de necesitar cuidado, que estos sean ofrecidos por mujeres; el 35 por ciento manifiesta que le da igual que sea hombre o mujer y poco más del cinco por ciento declaró preferir a un hombre”[5].

 

[1] El alto costo que pagan las cubanas por las tareas de cuidado, IPS, marzo 2020.

[2] Encuesta Nacional de Envejecimiento de la Población, 2017. Oficina Nacional de Estadísticas e Información.

[3] Ídem.

[4] El alto costo que pagan las cubanas por las tareas de cuidado, IPS, marzo 2020.

[5] Anuario Estadístico de Cuba (2018). Oficina Nacional de Estadísticas e Información.

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